Otra serranía es ¡qué diferente! la de Ronda. Uno dice: “Dichoso el que tenga o el que tenga que tener la familiar visión de estas montañas majicas, hercúleas y femeninas de noche, a un tiempo”. (…)
Azul perfecto, azul de noche inigual, noche inimitable. Ronda, una manzana azul picada de plata ahora, de Andalucía. ¿Y las legiones de fantasmas airosos, sensuales, ricos, evocados por el cromo, la guitarra, la copla; y la lamentable Andalucía de pandereta? Era todo más sencillo, estaban todos más dentro. ¡Serranía de Ronda, Ronda alta y honda, rotunda, profunda, redonda y alta, tajo de Ronda, tajo de Ronda! (…)
¿Dónde aquel embeleso, aquella ansia de ciudad típica andaluza, de mejor pueblo, de blanca maravilla azul de noche, aquella seguridad para después, aquel tiempo detenido, y los trenes de España corriendo? Esta es, aquí está Ronda, serranía de Ronda. Así era entonces, cuando yo oía de ella a mi padre y no la conocía.
FUENTE:
Jiménez, Juan Ramón. Olvidos de Granada. Granada: Los Libros de la Estrella. ISBN: 9788478073320. Págs. 51-52.